Jueves 20 de Enero de 2011
Ya no quedan argentinos en Melbourne
Por la segunda ronda del primer grand slam del año, quedaron eliminados Mónaco, Nalbandian, Del Potro y Schwank, los únicos que habían logrado pasar la primera ronda.
Paseo y abandono
Luego de la maratónica victoria lograda por la primera ronda ante Leyton Hewitt, David Nalbandian sintió el cansancio del encuentro ante el australiano y fue ampliamente superado por el lituano Richard Berankis, número 95 del ranking mundial. Fue 6-1, 6-0, 2-0 y abandono del cordobés.
""Hoy me sentí vacío, no me sentía bien. Fue duro, muy duro. Lancé una pelota para el servicio pero todo se movía a mi alrededor. Llamé al médico y me dijo que era peligroso jugar en estas condiciones, por eso abandoné", fue el argumento de David, que en ningún momento pudo entrar en partido y terminó quedando eliminado sin pena ni gloria.
Lo difícil que es volverPaseo y abandono

""Hoy me sentí vacío, no me sentía bien. Fue duro, muy duro. Lancé una pelota para el servicio pero todo se movía a mi alrededor. Llamé al médico y me dijo que era peligroso jugar en estas condiciones, por eso abandoné", fue el argumento de David, que en ningún momento pudo entrar en partido y terminó quedando eliminado sin pena ni gloria.

El resultado final fue 6-1, 6-3, 4-6 y 6-3 para Baghdatis, que actualmente es el número 21 del escalafón mundial.
El tandilense luchó y hasta logró robarle un set al de Chipre, que no sintió el golpe y rápidamente le quebró en el cuarto set y terminó llevándoselo por 6-4.
Fue un escalón más en la vuelta de Delpo, que necesitará muchos minutos de juego para ir reecontrando su juego, sus mejores golpes y su mejor forma física. Seguramente, será con victoria y también con derrotas.
Schwank, la última esperanza

Por el otro lado, García López estuvo muy concentrado e hizo lo que tenía que hacer, avanzó a la tercera ronda, donde enfrentará a Andy Murray por un lugar en los octavos de final.
Schwank se retiró muy molesto consigo mismo, ya que no pudo obtener la concentración necesaria y terminó entrando en el juego de algunos hinchas australianos que lo provocaban, situación a la cuál no tendría que haber respondido el tenísta.
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