Realidades distintas, mismo objetivo
Boca y River, River y Boca, quizás dos de las cinco potencias que tenga el continente americano en cuanto nombre, gloria, historia… ¿presente?
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Borghi y sus refuerzos por un lado y Cappa con los suyos por el otro |
Al margen de la realidad en que se sumergen hoy en día, el sólo hecho de mencionarlos nos hace pensar “son candidatos”, o mejor dicho “son los máximos candidatos”. Pero por qué?
Christian Cellay no se acerca a lo que fue, por tirar uno, el “vasquito” Arruabarrena, ni “chiche” Arano a Juan Pablo Sorín o Diego Placente. El presente indica que ninguno de los dos ha participado de la última edición de la Copa Libertadores, ni tampoco lo harán en la ya inaugurada Copa Sudamericana.
A River Plate lo perseguirá, al menos en el Torneo Apertura, el siempre temible fantasma del descenso, con la obligación de hacer no menos de 55 puntos y, por su puesto, ver que consiguen los equipos recientemente ascendidos. Pero no es este motivo para que los “millonarios” no puedan soñar en conseguir su título número 34, habiéndose armado de buena forma y sumando el juego que les hará plasmar en el campo Ángel Cappa.
¿Y el Boca de Borghi? Quizás el “Bichi” esté atravesando uno de los mejores momentos de carrera (quizás hasta de su vida), pero detrás de esa tranquilidad con la que se ve hablarle a la prensa, siempre chicaneando con alguna frase que queda picando, se esconde un manojo de nervios producido por la fortuna de saber que “me han traído todo lo que pedí, pero ahora no puedo fallar”. Se quedaron sus dos últimas glorias (ni hace falta mencionarlas pero igual…): el solitario Román y el Martín del pueblo, o “San Martín” como lo llamó en su momento Maradona. Se sumó un ya conocido de la casa como Clemente Rodríguez.
Pero si de ídolos de trata por Núñez hay un tal Orteguita, ese que con sus problemas ya dejados atrás dejará la vida para poder despedirse con un título del club que lo vio nacer. Y con la número 25, pero no por eso menos importante, ronda el capitán, la voz de mando dentro del campo; ese que lo vieron medio de reojo cuando pasó de jugar un torneo de veteranos a vestirse otra vez la banda roja en el pecho: el inagotable Matias Almeyda. Y aquí también volvió una cara conocida para defender los tres palos, nada menos que Carrizo.
Insaurralde, Luchetti, Escudero, Caruzzo por un lado; Maidana, Ballón, Acevedo, Pavone, Caruso, Adalberto Román por el otro. Incorporaciones que por más que nunca hayan llegado, no habrías hecho más ni menos grandes a estos clubes, ni tampoco menos candidatos.
Jugar en El Monumental o en La Bombonera ya es una desventaja… para el rival, claro. Te tiemblan las piernas.
Quizás tengamos que esperar hasta la fecha 14 para saber cuál de los dos tiene mejor técnico, cuál de los dos trajo mejores jugadores, cuál de los dos perfila a campeón y cuál a mitad de tabla (o menos de la mitad también). Pero antes del comienzo del torneo, lo que es seguro es que los dos tienen la presión, pero al mismo tiempo la chapa de candidato.
¿Quién sabrá manejarla mejor?
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